La ubicación del hotel es inmejorable, a solo unos metros de la catedral y cerca de todas las atracciones turísticas. Además, el desayuno era delicioso y la habitación era amplia y cómoda, superando nuestras expectativas.

Este lugar tiene habitaciones sorprendentemente nuevas y bien equipadas con balcón y cama de cuatro postes, además de cafetera/tetera y nevera, y una atención al cliente estupenda.

la ubicación fue excelente y el desayuno fue excepcional. Disfruté de la cercanía a la catedral y a otras atracciones turísticas en Salzburgo. La habitación era cómoda y el personal, especialmente uno de los recepcionistas, fue amable y servicial.

la habitación estaba sucia y en mal estado. el mobiliario era antiguo y deteriorado, las paredes estaban manchadas y faltaba pintura.

Aquí el personal es súper amable y atento. Las habitaciones son cómodas y amplias, y el desayuno es tan abundante que te deja lleno para toda la mañana. ¡Todos los servicios son geniales! 🔝

Nuestra habitación era muy bien decorada, extremadamente agradable y contaba con un patio, un balcón, té. Los cereales, los pasteles y el yogur del desayuno nos encantaron.

La ubicación es excelente, en el casco histórico, cerca de la catedral y de las atracciones turísticas. El desayuno es bueno y la habitación cómoda.

Me sentí bien acogido, no he tenido ningún inconveniente.

Lo centrico del hotel

No corresponde ni el desayuno ni la habitacion a un 4 estrellas de aqui.

la ubicación del hotel es excelente, justo en el casco histórico de Salzburgo. A solo unos metros de la catedral y cerca de todas las atracciones turísticas. La habitación, aunque pequeña, cumplió con nuestras expectativas. El desayuno también fue correcto, con una buena variedad de alimentos.

el acceso en coche fue un poco complicado, ya que tuvimos que llamar a un interfono y esperar un código de acceso en inglés. el baño era muy pequeño y estaba separado del lavabo, lo cual resultaba un poco incómodo al entrar a la habitación.

La ubicación para viajar en avión es buena. El restaurante es muy bueno.

Para ir al centro de Munich es lejos, a 4 kilómetros está la estación de tren que conecta con la Ciudad. Sucede que viajamos en Oktoberfest y los precios están muy caros y los hoteles cercanos al predio están completos en esa época.

Siempre vuelvo aquí. La primera vez me ayudaron a despertar por la mañana. Tiene todo: Wi-Fi, almacenamiento de equipaje, gimnasio, recepción las 24 horas, bar. ¡Volveré por vacaciones!

Es un hotel perfecto en todos los sentidos, pero me quedo con la relación calidad-precio, el magnífico desayuno, así como las vistas a la montaña y a la ciudad de la habitación que nos correspondió.

No, me ha gustado todo.

El personal de recepción fue muy simpático y agradable, estuvieron pendientes de nosotros en todo momento.

Me sentí como una VIP, no me puedo quejar.

Lo mejor de este hotel es su situación, dado que estás en el centro de Salzburgo. El personal es muy atento y algunos empleados hablan español.

Es una aventura cada vez que había que salir y entrar al hotel con el coche, dos de los días que estuvimos allí no había manera de bajar el pilón, con el mando a distancia, de la calle de acceso al hotel. Sólo lo conseguimos el último día. Nos dieron una habitación que, aunque grande, tenía los muebles viejísimos, no antiguos y era un poco deprimente pero hablamos con la recepcionista y nos cambiaron enseguida. Mala calidad del desayuno.

Mi estancia en el hotel fue excelente. Obtuvimos una gran relación calidad-precio y la habitación era realmente cómoda. La ubicación del hotel era perfecta, a solo unos pasos de la catedral y cerca de todas las atracciones turísticas. Además, el personal del hotel fue muy amable y atento durante toda nuestra estadía.

El menú del desayuno podría haber sido un poco más variado, pero en general fue aceptable.

Su escelente ubicación en pleno casco antiguo de la ciudad y bajo el castillo. La habitación era enorme, de dos pisos y dos camas dobles, minibar y Wifi. El hotel era un edificio muy antiguo pero muy bien conservado, precioso por dentro y por fuera, parecía un museo, lleno de cuadros en todas las paredes, pequeñas esculturas y muebles antiguos. Por la misma puerta del hotel se accedía a un cine. El desayuno muy completo, había bastante para elegir y podías desayunar en una pequeña terraza al lado del comedor. Por las mañanas había una recepcionista austriaca encantadora que hablaba muy bien el español. Está en una zona restringida al tráfico, por la cual era bastante tranquila. Muchos restaurantes al lado mismo y en el propio hotel. No dudaría en hospedarme en el mismo hotel si regreso a Salzburgo.