El hotel es un excelente lugar, con una zona bonita y rodeado de encantadores restaurantes y principales atracciones turísticas. Las habitaciones ofrecen buenas comodidades.- La ubicación es ideal, con fácil acceso al Collégiale Notre-Dame.- Disfruté de una excelente estancia y de un tratamiento relajante en el maravilloso spa.

Es un hotel perfecto, muy limpio y tradicional. La habitación era moderna y también impecable con un balcón, un piano, servicios modernos y la experiencia en general ha sido relajante.

Hotel bonito, comida buena, a un precio razonable, personal amable. La habitación era muy espaciosa, enorme, tenía un minibar, una caja fuerte personal y un radio. Ubicación: el hotel estaba muy cerca de principales atracciones turísticas y también del centro de la ciudad vieja. Cenamos en O Faubourg, que estaba a unos 10-15 minutos a pie del lugar: D

Las camas king size eran súper cómodas. La habitación era lo suficientemente espaciosa.- El servicio por parte del personal fue perfecto y extraordinariamente complaciente.- La ubicación era maravillosa y fantástica, con el Collégiale Notre-Dame a dos pasos.

Habitación confortable y bien amueblada, desayuno bueno, ubicación central excelente, personal servicial y amable.

Na.

Recepción cortes, estacionamiento, ubicación

Cama corta, cojines incómodos

Solo la ubicación

La habitación pequeña. Otro huesped abrió nuestra habitación mientras estábamos en ella.La habitación que nos dieron, la N.1, no se corresponde con un hotel 4 estrellas. La cama pequeña y el colchón se hundía hacia el centro

Me alojé en un hotel en el centro de la ciudad que destacaba por su ubicación privilegiada. A solo 2 minutos caminando de los lugares emblemáticos de la ciudad, como les auspices de Bonne, este hotel se encontraba en el corazón de la ciudad vieja. Además, el personal era muy amable y servicial. pude disfrutar de un delicioso desayuno en su acogedor comedor, y la habitación era espaciosa y decorada al estilo francés.

Es un Hotel cuyo concepto y mantenimiento tiene muy claro su objetivo: "Atención total al huesped y que se note su excelencia." Es muy satisfactorio disfrutar de éste profecionalismo.

Que el restaurante que anuncian para cenar, es independiente del Hotel en apariencia, en la realidad es lo mismo. Esta dualidad tan extraña se explica por el tipo de comida y sobreprecio que no correspon al gusto genérico del turista por más rico que pueda ser. Hace muy bién el Hotel de aparentar no entenderse de éste servicio.